domingo, 19 de mayo de 2013

Pequeños placeres que ayudan a vivir.


A veces, vivimos sin pararnos a pensar en aquellas cosas que, por pequeñas que sean, nos hacen sentir realmente feliz. Son aquellos pequeños placeres que nos alegran la vida.

Para mí un pequeño placer es ducharme cuando estoy muy cansada por haber hecho deporte o haber estado estudiando mucho. Otro pequeño placer, aunque parezca algo más absurdo, es estornudar. Con ambas cosas siento una gran liberación; por tanto, puedo calificarlas como pequeños placeres que me producen alegría.




Otro pequeño placer que puedo sentir es proporcionado por el chocolate, sobre todo por las tabletas de chocolate Milka. Siempre es buen momento para poder comer un poco de chocolate y éste, es capaz de animarme cuando estoy triste e incluso hacerme muy feliz.



No obstante, pese a estos pequeños placeres, el gran placer de mi vida es proporcionado por mi perrita. Es capaz de hacerme sentir feliz con tan sólo ver como se pone contenta cuando llego a casa, cuando vaya donde vaya siempre está ahí a mi lado o cuando me quedo dormida acariciándola. Ella es mi pequeño y gran placer.



En definitiva, mi vida y la de todos nosotros está compuesta por pequeños placeres, tan sólo hay que fijarse un poco y podrán llegar a darnos la felicidad.