domingo, 19 de mayo de 2013

Pequeños placeres que ayudan a vivir.


A veces, vivimos sin pararnos a pensar en aquellas cosas que, por pequeñas que sean, nos hacen sentir realmente feliz. Son aquellos pequeños placeres que nos alegran la vida.

Para mí un pequeño placer es ducharme cuando estoy muy cansada por haber hecho deporte o haber estado estudiando mucho. Otro pequeño placer, aunque parezca algo más absurdo, es estornudar. Con ambas cosas siento una gran liberación; por tanto, puedo calificarlas como pequeños placeres que me producen alegría.




Otro pequeño placer que puedo sentir es proporcionado por el chocolate, sobre todo por las tabletas de chocolate Milka. Siempre es buen momento para poder comer un poco de chocolate y éste, es capaz de animarme cuando estoy triste e incluso hacerme muy feliz.



No obstante, pese a estos pequeños placeres, el gran placer de mi vida es proporcionado por mi perrita. Es capaz de hacerme sentir feliz con tan sólo ver como se pone contenta cuando llego a casa, cuando vaya donde vaya siempre está ahí a mi lado o cuando me quedo dormida acariciándola. Ella es mi pequeño y gran placer.



En definitiva, mi vida y la de todos nosotros está compuesta por pequeños placeres, tan sólo hay que fijarse un poco y podrán llegar a darnos la felicidad.

domingo, 3 de marzo de 2013

Ir a la peluquería


Esta experiencia consiste en ir a la peluquería. Parece sencillo pero, en realidad, no lo es tanto. En este capítulo hay que sentir hasta qué punto esta situación es mucho más complicada de lo que parece. Hay que imaginar que el pelo no es una parte indiferente de nuestro cuerpo. Quizás el pelo está unido a nuestras ideas y cuando se corta, nunca volveremos a tener las mismas ideas al salir de la peluquería.
También hay que imaginar que el paso por la peluquería puede llegar a modificar toda nuestra apariencia. Todos nuestros caracteres físicos habrán cambiado respecto de cuando entramos en ella.
Por otro lado, hay que imaginar que los peluqueros son unos arcángeles, mensajeros de Dios. Por tanto, saldremos de lo peluquería transfigurados.
Ir a la peluquería es, por tanto, como acudir a una cita con el destino. Hemos llegado a creer que el corte de pelo nos dejará estupefacto, desencajado, víctimas de cataclismos internos.
El segundo tiempo de la  experiencia, consiste en quitarse de encima esas fantasías con champú antipiojos, puesto que en realidad no ocurrirá nada; solo nos cortarán el pelo.
De esta forma, ir a la peluquería es pura estética y habremos soñado para nada.

Tras haber realizado esta experiencia; he sentido dolor al creer que esos peluqueros estaban desconfigurando mi físico y personalidad a medida que iban cortándome el pelo. Llegué a pensar que cuando saliese de ahí iba a ser una persona totalmente diferente a la que entró y ese pensamiento me llegó a horrorizar. Eso supondría que la gente de mi entorno no me reconocerían y tras salir de la peluquería sería una persona nueva y diferente.
Si esta experiencia no fuese pura fantasía y cada vez que saliesemos de la peluquería fuesemos personas nuevas, constantemente tendríamos que hacer nuevas amistades, buscar un nuevo hogar, y todo ello por el hecho de que nos cambiarían el aspecto físico hasta tal punto en el que nadie podría llegar a recordarnos.

lunes, 18 de febrero de 2013

E de la evolución de Darwin.


Dentro del libro ‘El escarabajo de Wittgenstein y otros 25 experimentos más’, voy a hacer referencia al capítulo titulado ‘E de la evolución de Darwin’.

En este capítulo Darwin se pregunta si el principio de selección natural se puede aplicar a la naturaleza. Tras unas cuantas discusiones sobre jirafas con el cuello largo, Darwin trata de explicar la forma en que la selección natural obra tras recurrir a ejemplos imaginarios. Un lobo caza a varios animales, mediante la astucia, fuerza o ligereza; supongamos que un ciervo, que es más ligero, hubiese aumentado en números de individuos por un cambio en el país o que otra presa hubiese disminuido durante la estación del año en la que el lobo estuviese más apurado por la comida.
A ello Darwin responde que los lobos más veloces y más ágiles tendrían mayores probabilidades de sobrevivir y de ser así conservados o seleccionados.
Fleeming Jenkins, de la universidad de Edimburgo, señaló que el hecho de que este tipo de rasgos puedan trasmitirse es discutible puesto que la naturaleza no promueve las diferencias individuales.
Tras esta afirmación por parte de Jenkins, Darwin se pregunta si entonces la evolución está muerta. Darwin se contesta diciendo que el énfasis cambia de un efecto individual hacia un efecto más colectivo.

Me dispongo ahora a reflexionar sobre la teoría de la selección natural de Darwin. Según lo explicado en este capítulo, se transmitirían de generación en generación aquellas características comunes que puedan poseer las diferentes especies. Sin embargo, aquellas características que sean individuales y no colectivas, va cambiando poco a poco hasta llegar a ser características de efecto colectivo.

Como conclusión; cabe destacar que es muy importante y, a la vez, sorprendente este planteamiento de Charles Darwin ya que nos ayuda a comprender de una forma más sencilla y facilitándolo con ejemplos cómo se van transmitiendo las características de una especie determinada a lo largo del tiempo y cómo es posible esa evolución.


jueves, 7 de febrero de 2013

Dentro del mundo de los sentidos; cabe destacar la importancia del gusto y olfato y la enorme relación existente entre ambos.

El sentido del gusto se encuentra en la lengua. La sensación que un alimento produce en el gusto se denomina sabor.
Los alimentos pueden ser dulces o salados, ácidos o amargos. Las papilas gustativas nos permiten detectar esos sabores. Las personas que tienen más papilas gustativas tienen mayor capacidad para saborear los sabores. Un ejemplo de ello son los supercatadores.


El sentido del gusto depende de la estimulación de los llamados "botones gustativos", las cuales se sitúan preferentemente en la lengua, aunque algunas se encuentran en el paladar.
Existe una gran variedad del gusto en las personas, ya que algunas perciben un sabor mejor que otro o en distinta cantidad.
Este sentido está muy ligado a la expresión facial, a la cultura, toxicidad o saludable. Aún así la relación más destacada que tiene el gusto es con el olfato.

El olfato es el sentido más primitivo que se encarga de detectar y procesar los olores. Se trata de un receptor de los olores que desprender los cuerpos, está localizado en el epitelio olfativo, el cual se ubica en la nariz. 

El bulbo es una porción anterior del cerebro que se ocupa de la percepción de los olores. La información llega primero al sistema límbico y al hipotálamo, regiones cerebrales responsables de las emociones, sentimientos,instintos e impulsos. Por este motivo, los olores pueden modificar directamente nuestro comportamiento y las funciones corporales.
Este sentido nos ayuda a apreciar lo que es bueno para nosotros y lo que no lo es. 
Se dice que este sentido está muy ligado con el aprendizaje ya que de pequeños todo lo olemos, curioseamos y conforme vamos creciendo somos capaces de diferenciar los olores buenos de los malos.

Los olores tienden a quedarse a ras del suelo, por ello los animales tienen muy desarrollado este sentido y son capaces de percibir olores que los humanos no llegamos a apreciar.




miércoles, 16 de enero de 2013

El mundo de los sentidos.

En esta entrada voy a tratar sobre tres de los cinco sentidos: vista, tacto y oído. Tras varias clases viendo vídeos sobre el curioso mundo de los sentidos; voy a hacer un breve resumen de las ideas principales de los tres mencionados anteriormente.

VISTA
En primer lugar, cabe destacar que 1/3 de nuestro cerebro se ocupa de este sentido. Pero pese a que el ojo humano es un órgano bastante potente, no somos capaces de percibir todo lo que nuestros ojos ven constantemente. Esto se debe a que nuestro cerebro no es capaz de reaccionar ante toda la información que le envían sus ojos.
Para demostrar esta falta de capacidad que tiene el cerebro para procesar todo lo que los ojos ven, en el vídeo que hemos visto en clase un señor realiza un experimento a un grupo de personas. Éste les dice que han de contar el número de pases que realizan los componentes de un equipo. Todos lo veían una tarea de escasa dificultad y estaban bastante concentrados en acertar el número exacto de pases que se realizaban. Mientras comenzó el juego; un mono se situó en la pantalla y muy muy pocos pudieron verlo. Cuando volvieron a ver el vídeo se quedaron fascinados por no haber visto a semejante animal a pesar de estar mirando constantemente a la pantalla. Aquí se demuestra claramente que el cerebro no es capaz de reaccionar ante tanta información y que al estar concentrados intentando contar los pases se les pasó por alto que había un mono delante de ellos. Por muy sorprendente que parezca, es así.


TACTO
El cerebro, al igual que le ocurre con la vista, no es capaz de percibir todo lo que siente. Un claro ejemplo de esto son las prendas de vestir; no la notamos continuamente puesto que el cerebro está ocupado en otras percepciones.
El tacto está íntimamente relacionado con el dolor y la sensibilidad. Está comprobado que tenemos mayor sensibilidad en los dedos de las manos y menor sensibilidad en las piernas.
Por otro lado; si creemos que algo va a dolernos; lo más probable es que duela. En cuanto al dolor se realizaron dos experimentos mostrados en el vídeo.
Uno de ellos se trata de personas a las que se les puede sacar muelas u operarles sin anestesia sólo por el hecho de que se conciencian de que no va a dolerles y tienen la mente en otra cosa que les gusta.
El segundo experimento realizado es conectar a grupos de personas a una máquina donde se envían especies de descargas eléctricas de menos a mayor intensidad. Al primer grupo de personas se les da una pastilla diciéndoles que reduce el dolor y, al segundo grupo, no se les da ninguna pastilla.
Es sorprendente cómo las personas a las que se les dio esa pastilla, a pesar de no contener ningún componente para reducir el dolor, fueron capaces de aguantar mayor intensidad en descargas eléctricas que el segundo grupo. Esto se debe a una especie de engaño que se le hace a la mente y piensa que no le duele tanto como debiera.


OÍDO
Es quizás uno de los primeros sentidos que se desarrollan. Este sentido es el encargado de procesar al cerebro todo lo que oímos. Hay sonidos que pueden ponernos más o menos tristes, más o menos alegres, excitados, relajados, etc. Por tanto, podemos decir que los diferentes sonidos que percibimos afectan al estado de ánimo de cada persona.
Hay sonidos que nos pueden resultar agradables para el oído y otros, en cambio, pueden resultar desagradables e incluso llegar a afectar al sistema nervioso. Un claro ejemplo de ello es el sonido que producen las uñas rasgando una pizarra. Llega a resultar totalmente desagradable para todos.
Por otro lado, podemos decir que la música apela una respuesta instintiva que tenemos ante ella. Hay canciones que nos vuelven muy alegres y excitados y somos capaces de mostrar cantidad de sentimientos a través de ella. En cambio, otras canciones son capaces de despertar un enorme sentimiento de tristeza o melancolía.
También cabe destacar el gran poder que tienen los sonidos puesto que si oyes algo que te gusta y despierta en tí una alegría; ese placer funciona en la misma medida en que lo haría la comida o el sexo.
Por último; es muy importante recordar que este sentido está también muy relacionado con los sueños. Se dice que el oído es el único órgano que no deja de funcionar mientras dormimos ya que actúa como alerta ante posibles peligros.